El verano

El verano se termina y parece que fue ayer cuando había empezado. Dos dias contados para finalizar mis vacaciones. Muchas cosas, muchos planes en los que pensar antes de inaugaurarlo y a punto de acabar, casi todo ha sido improvisado. Es lo que suele pasar en estas fechas, olvidamos las prisas, estamos más contentos y hasta me atrevería a decir que más felices. Lo somos porque es verano o es verano y en cierta manera nos obligamos a ser más felices?.
Yo, al contrario que mucha gente que lo detesta, disfruto del verano, sobretodo ahora que tengo... vacaciones de verano para mi. Desaparecen las obligaciones, que no es que no nos gusten. La sensación de saberse querido en un sitio y esperado, en una ciudad a la que has pertenecido y todavía perteneces pero que ahora dedico mis mejores días o al menos, sí los más señalados. Recuerdos pasados que se interponen en mi linea de pensamiento, promesas incumplidas, momentos inconclusos con personas que seguramente si el azar no lo permite no volverás a ver. Pero al volver siempre parece que no te has ido. Que los sentimientos vuelven cómo los de Clarisa Vaughan y su mañana en Wellfleat y esa frase que desde que la escuché se me ha quedado grabada, no se muy bien si cómo una voz de alarma o de forma acomodaticia y dice así:" Empieces cómo empieces siempre acabas siendo menos de lo que pensabas". Me acuerdo muy a menudo de ella y me pregunto si se hará verdad y por qué la retengo entre otras, de tantas que oigo, por qué guardo esa selección en mi cabeza de algunas de ellas?.
La respuesta en cualquier caso todavía está por llegar, en apenas unas horas que termina mi verano.